Alfredo: Viviendo aquí el día a día, tu piensas que este es el centro del mundo. Tu crees que nada cambiará. Entonces te vas: un año, dos años. Cuando vuelves, todo ha cambiado. Tu mundo se ha roto. Lo que vienes a buscar no está aquí. Lo que alguna vez fuiste se ha ido. Necesitas irte muy lejos, por un largo tiempo… antes de que puedas volver y encontrar tu familia. La tierra donde naciste. Pero no ahora. No es posible, porque estás tan ciego como yo lo estoy.
Salvatore: ¿Quién dijo eso? ¿Gary Cooper? ¿James Stewart? ¿Henry Fonda? ¿Quién?
Alfredo: No, Toto. Nadie más lo ha dicho. En este momento, he sido yo. La vida no es como en las películas. La vida… es mucho más dura.
Revisar este emotivo diálogo de la cinta italiana “Cinema Paradiso” es transportarse, sintiendo un escalofrío en el espinazo, no sólo a una magnífica película, sino al corazón desnudo de lo que significa la entretención en cualquiera de sus
formas: un escape momentáneo de la realidad. Es por eso que las palabras sabias del viejo Alfredo llegan a marcar la finalmente triste existencia de un hombre que ama el cine. Es él quien ha enseñado a Toto (apodo de Salvatore), a manejar la proyectora del cine del pueblo, de cuyo nombre se toma el título del filme.
Esto por supuesto, no hará desistir de esta adicción a un cinéfilo como el que suscribe, quien sabe que basta con una escena llena de besos prohibidos para olvidar los daños colaterales que el séptimo arte provoca en el ser humano.
En esta cinta, estamos presenciando la historia de dos seres, marcados por el auge y caída de un cine de barrio que termina derrumbando sus propias vidas, no sin antes haberlas elevado de la mano de Chaplin, y olvidadas estrellas italianas del cine como Luchino Visconti y Silvana Mangano.
Por esas cosas del destino, la cinta de Tornatore tuvo escaso éxito en su país de origen, pero los gringos hicieron lo propio, lanzándola a la fama mundial, con Oscar a la mejor película extranjera, y Globo de Oro incluidos.
El maestro de maestros, don Ennio Morricone, nos aporta su más lacrimóngena banda sonora, inolvidable, donde es imposible no querer hacer bromas mientras se exhibe el filme, con el único fin de evitar las lágrimas. Sus flautas traversas y violines sutiles tiene como clímax la escena de la lluvia en la proyección al aire libre, y el magnánimo final con los besos ya mencionados, donde el director hace una aparición como el proyeccionista de la vieja cinta.
Pero por sobre todo (incluso la secuencia anteriormente mencionada), es destacable el 100% de las escenas dentro del cine (por sobre la historia de amor de Salvatore), con anécdotas inolvidables cada vez que se proyectaba una película, presentando personajes entrañables (el tipo que escupe desde la platea, el sacerdote emocionado con las cintas, la pareja que se conoce dentro, aquel que cuenta los finales, el “loco de la plaza”, uno que siempre se queda dormido, etc), siendo el cine mismo (como siempre) el alma de todas las proyecciones.
La fotografía de Blasco Giurato le da el perfecto toque de melancolía que “Cinema Paradiso” necesita, con noches iluminadas, atardeceres con luz tenue, días soleados y solitarios que hacen recordar viejos spaghetti westerns, y las proyecciones del cine iluminando fuertemente los rostros de los asistentes. Obtuvo una nominación a los Premios BAFTA, más conocidos como los “oscars británicos”
De las actuaciones, quien se roba la película, es Alfredo, el proyeccionista, interpretado por el gran Phillippe Noiret (quien, recordemos, interpretó a Neruda en “El Cartero”), y de los tres Salvatores, el pequeño niño (Salvatore Cascio) brinda una picardía insólita, el joven (Marco Leonardi) la estupidez propia de un adolescente, y el laureado actor, productor y director Jacques Perrin hace lo propio como un maduro lleno de traumas de su infancia, dando los tres una profundidad pocas veces alcanzadas en un filme con varios actores interpretando al mismo personaje. Además de la bella y grácil Agnese Nano como Elena, el amor imposible.
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FICHA TÉCNICA
Título Original: "Nuovo Cinema Paradiso"
Director: Guiseppe Tornatore
Guión: Vanna Paoli y Guiseppe Tornatore
Actores: Phillippe Noiret, Salvatore Cascio, Marco Leonardi, Agnese Nano
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Blasco Giurato
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BOTÓN DE MUESTRA
ATENCIÓN, SPOILER: ESTA ESCENA ES PARTE IMPORTANTE DEL ARGUMENTO DE LA CINTA. SI NO LA HAS VISTO, NO TE ARRIESGUES!!
3 comentarios:
tremenda pelicula, y tremendo final con todos las escenas de besos censuradas...una de las pocas peliculas que me gustaria ver en una sala de cine
Yo tb kiero verla en el cine... si alguien sabe dónde.. pasen el dato.... es demasiado hermosa esta peli.....
nada mas ke decir...
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Don Jerry... sorry lo ingrato pero el tiempo no me alcanza para nada... si no me cree lea mi actualizacion...
Y si tiene esta pelicula en DVD me la prestaria?
Saludos y mil bendiciones...
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