01-02-2010

Brazil (Terry Gilliam)

Argumento:

En un mundo aparentemente futurista, un empleado público Sam Lowry (Jonathan Pryce) huye de los empleados de gobierno que lo ven como una seria amenaza contra su sistema, a la vez que se enamora de una misteriosa mujer.

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Con el estreno de su última cinta “El Imaginario del Doctor Parnassus”, que quedará en la historia por ser la última actuación de Heath Ledger, el director Terry Gilliam muestra nuevamente al mundo que después de “Brazil”, sus amargas visiones del surrealismo, o la realidad alterada (que viene a ser más o menos lo mismo) no han logrado ser igual a la cinta que nos compete, a pesar de aquella preciosura de filme que fue “12 Monos”, de la que espero escribir algún día.

George Orwell, y su magistral novela “1984” dejaron en nuestras manos una visión de futuro que cada vez se hace más verosímil, y a su vez el cine la ha usado de distinta manera, con resultados diversos. George Lucas, antes de “La Guerra de las Galaxias” (inspirada en las más optimistas novelas de “El Señor de los Anillos”), intentó hacer una lectura en la interesante “THX 1138”, donde Robert Duvall corría por su vida en un mundo donde todo esta controlado.



Control, dominio, abuso de poder… ¿A alguien le suena a vida real?... en nuestros tiempos, rodeados de reality shows, donde las cámaras están por cada rincón del planeta y google earth nos permite ver las calles de New York, Roma o Vancouver in situ, donde el internet y la telefonía casi no permite que estemos “solos” en este mundo, Orwell se hace cada día más presente. Y Terry Gilliam con “Brazil”, créanme, también.



El actor galés Jonathan Price (conocido últimamente por su rol en la saga “Piratas del Caribe”), es Sam, un empleado del Ministerio de Información, que por un error del sistema descubre los horrores de su gobierno, el que secuestra, tortura y expulsa a aquellos que no “trabajan” para que éste funcione. En medio, se enamora de Jill (Kim Greist), una guapa chica que intenta sin éxito que atiendan su reclamo por medio de vías “legales”, convirtiéndose pronto en una “díscola” junto con Sam.



Escalofriante es darse cuenta que por el detalle de una mosca cayendo sobre un papel, el nombre de una persona es cambiada, y por ende, detenida. Ambos buscan primero una solución para resolver el dilema, y luego para huir, al convertirse en enemigos del estado. A estos hechos sumamos el personaje de Ida (Katherine Helmond, famosa por su rol de Mona en la serie de TV “Quién Manda a Quién”), madre de Sam, una consumista empedernida que no comprende del todo la actitud errónea de su hijo. Con la ayuda de un gásfiter rebelde (tal como lo leen), llamado Harry Turtle (un divertido Robert de Niro), la pareja corre por una ciudad gigantesca, con edificios sin fin, oficinas apretadas y burocráticas, amigos no tan amigos y continuos sueños y delirios que no sólo confunden al espectador, sino además le cortan la respiración. En medio de todo, suena, en distintas variantes, la popular melodía “Brazil” (la la la la la la la laaaaaaaaaa), que sólo nos demuestra que es una tonta canción archi usada en USA, que recuerda de manera falsa un paraíso tropical y una felicidad acartonada que jamás llegará.



¿Cómo es posible entonces que una cinta de 2 horas y tanto de duración pueda ser soportable?. Ante todo, el toque de humor. Los personajes tienen momentos sumamente graciosos (los empleados del señor Kurtzmann viendo un western apenas él los deja solos, la madre de Sam y sus amigas, el par de plomeros oficiales del ministerio, y el ya mencionado Harry), excelente contraparte a personajes como el siniestro Jack, o los sueños de Sam peleando con unos samuráis de hierro (homenaje de Gilliam a Kurosawa), volando sobre la ciudad, o en persecuciones dignas de una cinta de James Cameron. Además, como he mencionado, la partitura de Michael Kramen hace maravillas con la cancioncilla antes mencionada (creada en 1940), creando un score tan memorable que ha sido usado, solo por mencionar dos ejemplos, en los trailers de “¿Quieres Ser John Malkovich” y “Wall-E”. Y no es posible olvidar que la estética de cine negro y a la vez de ciencia ficción futurista, vestimenta atemporal, efectos especiales simples pero muy bien logrados y una cuidada dirección de arte, le dan un toque agridulce sumamente atractivo. Inolvidable.



Para no olvidar que la sociedad de consumo no ha hecho más que empobrecer la cultura y la libertad de expresión, y donde Hollywood nos acostumbra a películas con finales felices, sexualidad reprimida, oda a la american way of life y, peor aún, aborrecimiento a quienes piensan distinto en cualquiera de sus formas, “Brazil” es una película imprescindible.

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FICHA TÉCNICA

Título Original: "Brazil"

Año: 1985

Director: Terry Gilliam

Guión: Terry Gilliam, Tom Stoppard y Charles McKeown

Música: Michael Kramen

Reparto: Jonathan Pryce, Robert de Niro, Katherine Helmond, Kim Greist, Michael Palin, Ian Holm, Bob Hoskins.



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DIÁLOGO MEMORABLE

Sam: Mi nombre es . Sam Lowry. Debo reportarme al Sr. Warrenn.
Portero: Piso trece. Lo están esperando.
Sam : ¿No me va a registrar?
Portero: No señor.
Sam : ¿No quiere ver mi identificación?
Portero: No es necesario, señor.
Sam: Pero, podría ser cualquier persona.
Portero: No podría señor. Lo sabemos. Este es el departamento de información.

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RECOMENDADO PARA

Fanáticos de "Donnie Darko" , "El Efecto Mariposa" y "El Maquinista" que quieren ver algo realmente complejo y a la vez entretenido.
También recomendado para todo público.

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BOTÓN DE MUESTRA

Burocracia en el Ministerio de Información.